Colecciones
Herencia & Savoir-Faire
Cada producto Fosfens nace de un diálogo apasionado entre el metal y la luz, uniendo un saber hacer artesanal transmitido de generación en generación con una búsqueda constante de la luz perfecta. Las colecciones encarnan esta doble exigencia: la precisión de un mecanizado excepcional y el dominio de una luz sutil, concebida para sublimar los espacios, las materias y los instantes.
Ya se trate del candelabro-joya Le Spleen de Paris, de la luz de acentuación técnica y sensible MagicEye, o del proyector escultórico y modulable Corduroy, cada creación cuenta una historia singular: un arte de la luz modelado en materia noble, pensado en cada detalle para perdurar y conmover.
Estos universos luminosos, donde tradición e innovación se entrelazan, ofrecen una experiencia visual incomparable.
Y la Luz…
Como un Arte
En Fosfens, la luz nunca es neutral. Revela, subraya, acompaña. La temperatura de color elegida no se limita a iluminar: transforma la percepción de un espacio, revela la verdad de un material y restituye la emoción de una obra.
Por ello, ofrecemos un espectro luminoso fiel a la luz natural, que va desde el calor de una llama hasta la claridad de un cielo azul. Nuestras fuentes proporcionan una restitución cromática excepcional, garantizando una lectura precisa de los colores, volúmenes y texturas, para que cada obra aparezca en toda su autenticidad.
Gracias a la tecnología avanzada de fósforo remoto, combinada con una gestión térmica rigurosa que integra sensores electrónicos, aletas de disipación y circulación optimizada del aire, aseguramos no solo una calidad luminosa constante a lo largo del tiempo, sino también una durabilidad excepcional. Este dominio técnico nos permite ofrecer una garantía de por vida, reflejo de nuestra absoluta confianza en la perdurabilidad de nuestros luminarios.
Sin emisión de UV ni infrarrojos, nuestros luminarios preservan los materiales más sensibles y cumplen con las exigencias tanto de entornos museísticos como de colecciones privadas.
Nuestra iluminación de acentuación, precisa y modulable, permite ajustar el ángulo del haz según la intención: desde un punto focal milimétrico hasta una apertura más envolvente. El claroscuro se convierte entonces en un lenguaje, un juego sutil de contrastes que guía la mirada, valoriza las formas y confiere a cada espacio su propia dramaturgia.
Belleza
La luz es una fuente invisible de vitalidad. Regula nuestro reloj interno, estimula la creatividad, ilumina las emociones. Más allá de la simple visión, influye en nuestro equilibrio, nuestro estado de ánimo y nuestra percepción de la belleza.
En Fosfens, concebimos una luz que no adula, sino que revela. Una luz justa, pura, desprovista de artificio, que acompaña los rasgos, magnifica los materiales y acompaña los gestos. Una luz que cuida, apacigua y sublima.
Amar la belleza es desear una luz íntima, beneficiosa, viva. Una luz que se aprende a conocer, a domesticar, a lo largo de las horas, como un perfume o una voz familiar.
Al igual que en el Museo del Louvre, donde la luz es una cómplice humilde, sutil y medida, nuestros luminarios se desvanecen para resaltar mejor cada espacio, cada detalle. Su ajuste, fino y discreto, se adapta a los instantes y a las atmósferas, ofreciendo una experiencia luminosa a la vez natural y controlada, sin perturbar nunca la pureza de la mirada.
Súper-Calidad
La Autenticidad del Gesto
Todos nuestros luminarios son íntegramente concebidos, mecanizados, ensamblados y controlados en nuestro taller, situado al sur de París. Cada creación requiere un tiempo de trabajo minucioso, en su mayor parte realizado a mano, respetando el tiempo justo, sin concesiones.
Seguimos cada etapa de la fabricación con exigencia, desde la primera viruta hasta el último toque de acabado, porque nada puede dejarse al azar, sobre todo cuando se trata de luz.
Seleccionamos materiales nobles: platino, titanio, acero inoxidable médico, aluminio aeronáutico, cobre o latón macizo, combinados con ópticas de vidrio auténtico, pulidas y tratadas antirreflectantes. Estos elementos se articulan con un sistema complejo de cámaras negras, reflectores y difusores, garantizando una luz pura y controlada.
El mecanizado de precisión esculpe la materia con un cuidado excepcional. Cada pieza se numera y se pule o satina a mano.
El montaje es una etapa crucial, donde cada componente se revisa y ajusta manualmente. Este trabajo de orfebrería garantiza movimientos fluidos, casi aceitados, donde la tolerancia entre piezas se convierte en una armonía sutil. El juego mecánico, dominado con arte, confiere al luminario ligereza y precisión funcional.
Finalmente, cada pieza recibe un tratamiento de superficie meticuloso, realizado mediante un procedimiento electrolítico en varios baños sucesivos, donde una corriente eléctrica realza la materia sin recurrir a la pintura. Al igual que en el trabajo de la madera noble, donde el barniz respeta la belleza natural de la veta, estos tratamientos preservan y revelan el brillo auténtico de los metales, garantizando un acabado duradero y refinado, fiel a la exigencia Fosfens. Porque la excelencia no es una opción, sino un compromiso.
Precioso
A Flor de Luz
Todavía no tallamos diamantes, pero la rigurosidad de nuestro mecanizado se aproxima. El cuerpo del MagicEye, esculpido en masa con precisión micrométrica, recibe un doble tratamiento de superficie: un pulido espejo y un efecto vinilo, realizados con una herramienta diamantada. Este gesto exigente revela reflejos de una nitidez cristalina, a la altura de la pieza.
En la parte trasera, un motivo radiante se eleva, como una flor de ingeniería. Sus aletas siguen una curva regular, sutilmente arqueada, evocando a la vez la precisión mecánica y la elegancia natural. Esta arquitectura, dictada por las leyes de la termodinámica, asegura una ventilación pasiva, completamente silenciosa.
En Fosfens, hemos elegido no ocultar nada: incluso los órganos técnicos tienen derecho a la luz. Cuando la limitación se convierte en forma, el diseño adquiere sentido.
Cera de Alta Pureza
Declare su Llama
Parecía inasible, y sin embargo la llama ha encontrado su lugar en el universo Fosfens.
La luz que emite es viva, cálida, a la vez fiel a la tradición y guiada por la invención. Moldeada en cera de alta pureza, sin fragancia añadida, esta llama encarna la simplicidad de un resplandor en el silencio, suave y reconfortante. Aplaca el espíritu, invita a la serenidad y al descanso. Más que un objeto estético, encender una vela en casa es un gesto que nutre el cuerpo y el alma, ofreciendo un refugio antiestrés, una pausa preciada en el tumulto del mundo.
A través de los siglos y de las culturas, la llama también ha sido símbolo de esperanza, guía y protección, un vínculo ancestral entre el ser humano y la luz, hoy llevado adelante por Le Spleen de Paris.
Especificaciones
Le Spleen de Paris
Con Le Spleen de Paris, la llama se convierte en haz de luz. Por primera vez, utilizamos una lente óptica de alta precisión para concentrar la luz de una vela tradicional en un auténtico foco. Esta innovación única amplifica la intensidad luminosa en el eje, aumentando los candelas de manera comparable a los faroles de antaño o a los dispositivos con reflectores. El confort visual se transforma: la lectura se vuelve más fácil, la mirada se alivia, bañada en una luz suave y cálida cuya pureza rivaliza con la del sol, referencia absoluta a la que toda luz aspira.
Alrededor del corazón luminoso, un halo sutil y en movimiento envuelve el candelabro, dotándolo de un aura delicada que parece fundirse con él. Colocado sobre una chimenea, este halo parece formar parte del propio candelabro, como una proyección viva, vibrante al mínimo soplo de aire, ofreciendo a la estancia una poesía luminosa.
Cada detalle refleja una exigencia artesanal excepcional. El camafeo, pieza icónica, no es solo decorativo: indica la duración de la combustión y, gracias a un mecanismo discreto, facilita el reemplazo de la vela mediante un resorte ingenioso. Tallado en metales nobles, pulido, satinado y ajustado a mano, el candelabro afirma con elegancia la maestría técnica y la delicadeza del gesto Fosfens.
La vela en sí misma es una joya, nacida de la casa Trudon, fundida en cera de abeja pura desde 1643. Su llama, inmóvil, estable y sin goteo, encarna la quintaesencia de las velas históricas de La Madeleine. Combina a la perfección la nobleza de un legado antiguo con la modernidad de una luz diseñada para perdurar.
Especificaciones
MagicEye
El MagicEye ofrece una iluminación de acento de potencia controlada, con 1500 lúmenes entregados con solo 16 vatios, en una temperatura de color cálida de 2700 K, adaptable según sus deseos y su universo.
Su haz, de una precisión rara, es nítido, estable y totalmente libre de parpadeos. Acaricia los materiales sin jamás agredirlos, gracias a una luz de espectro completo, notablemente fiel incluso en los rojos profundos, con una constancia inquebrantable: incluso después de 50 000 horas de uso, su calidad lumínica permanece intacta.
Este rendimiento se apoya en una mecánica meticulosa: cada componente se mecaniza con precisión relojera, mediante un control numérico de cinco ejes, combinado con el uso de metales nobles. La óptica de vidrio, tratada en múltiples capas, garantiza una transmisión óptima de la luz, sin pérdida alguna.
En el corazón del MagicEye, el dominio del gesto se traduce en un control fluido y refinado. Un botón analógico elegante, discreto y silencioso, inspirado en los mandos de amplificadores vintage y guitarras de excepción, adorna la cabeza del proyector. Se combina con la potencia de un módulo Bluetooth MESH, asegurado mediante cifrado AES-128, que ofrece una regulación sin artefactos ni parpadeos, así como diagnósticos integrados, accesibles mediante una aplicación dedicada.
Más que un simple luminario, el MagicEye es una auténtica obra de orfebrería. Sus acabados artesanales, los tratamientos de superficie heredados de la aeronáutica y sus tonos profundos y estables, son testimonio de un saber hacer que trasciende la técnica para sublimar cada espacio, revelando una luz rica, profunda e infinitamente controlada.
Especificaciones
MagicEye II
El MagicEye II se impone como una evolución natural del primer modelo, ofreciendo una iluminación de acento más potente con 2000 lúmenes para 22 vatios, conservando a la vez la delicadeza y la pureza que definen la firma de la casa. Su luz, cálida a 2700 K y disponible en varias tonalidades, mantiene una estabilidad extraordinaria, totalmente libre de parpadeos, y reproduce con fidelidad los matices más sutiles (CRI 98, R9 95, Rf 96, Rg 103).
La óptica, moldeada a medida en un vidrio de excepción, difunde la luz con una precisión casi científica. Cada componente se mecaniza con rigor, mediante control numérico de cinco ejes, acabados realizados a mano y tratamientos de superficie nobles, a la vez estéticos y duraderos.
El control se realiza mediante un botón analógico delicadamente integrado en la cabeza del proyector, un homenaje a los instrumentos vintage, sobrio y refinado. Este mando manual se combina con una avanzada tecnología Bluetooth MESH, enriquecida con opción DALI, garantizando una regulación fluida, comunicación segura y control intuitivo a través de nuestra aplicación dedicada.
Pensado para perdurar en el tiempo, el MagicEye II encarna la excelencia sostenible, ofreciendo una luz de alta fidelidad, dedicada a revelar la belleza de los materiales, las obras y los espacios más exigentes.
Especificaciones
MagicEye III
El MagicEye III se revela como la iluminación más potente de la gama, con 3000 lúmenes para 35 vatios, emitiendo una luz ambiental amplia y envolvente a 2700 K, también disponible en varias tonalidades. Su haz generoso de 150° esculpe los volúmenes, abraza el espacio y baña cada rincón con un halo suave y apacible.
Esta luz plena y estable, de fidelidad cromática excepcional (CRI 98, R9 95, certificado TM30), permanece perfectamente constante, sin el menor parpadeo, incluso a baja intensidad, garantizando un confort visual inigualable.
En el corazón de esta perfección, una óptica asférica de vidrio, mecanizada a medida, controla con fluidez el flujo luminoso. Cada componente, realizado en materiales nobles, está trabajado con un cuidado extremo: pulido minucioso, tratamientos de superficie aeronáuticos y acabados artesanales que atestiguan la excelencia de nuestro taller.
El control analógico, sobrio y refinado, se realiza mediante un botón ubicado en la cabeza del proyector, cuyo diseño evoca la nobleza de los mandos vintage. Se combina con conectividad Bluetooth MESH de serie, complementada con opción DALI, para una regulación de extrema suavidad, controlada de forma intuitiva a través de nuestra aplicación dedicada.
Este módulo inteligente, seguro y duradero, anticipa, mide y ajusta continuamente la luz para sublimar los materiales y magnificar la atmósfera, encarnando así la potencia controlada en estado puro.
Especificaciones
Corduroy
Con sus 1770 lúmenes para 19,5 vatios a 2700 K (tonalidades alternativas disponibles), Corduroy encarna la elegancia de un haz esculpido a mano, modulable a voluntad. Su zoom mecánico, inspirado en los objetivos fotográficos, ofrece un ajuste fluido e intuitivo, de 25° a 75° o de 12,5° a 75° en la opción X6, para acompañar la mirada y revelar las texturas con una precisión excepcional.
La luz, pura y estable, se despliega sin parpadeo, fiel incluso en las matices más sutiles (CRI 98, R9 95, certificado TM30), ofreciendo un rendimiento extraordinario y un confort visual óptimo.
El control analógico, táctil y elegante, se realiza con el dedo mediante un botón delicadamente colocado en la cabeza del proyector, cuyo diseño recuerda los mandos clásicos de amplificadores y guitarras vintage. Este mando físico se combina con control a distancia vía Bluetooth MESH, complementado con opción DALI para una compatibilidad ampliada.
Cada Corduroy se mecaniza con precisión relojera, mediante comando numérico de 5 ejes, en materiales nobles: aluminio, cobre, acero inoxidable, titanio, latón… Cada acabado, ya sea cepillado, pulido o satinado, se trabaja a mano. Los tratamientos de superficie provenientes de la industria aeronáutica garantizan una robustez y durabilidad excepcionales.
Su lente asférica de vidrio, de precisión óptica extrema, asegura una distribución luminosa fluida, perfectamente controlada y sublimada.
Herramienta versátil, Corduroy está diseñado para la arquitectura, el detalle y la puesta en escena, combinando robustez, finura de ajuste y poesía lumínica.
Especificaciones
Corduroy II
Con sus 2250 lúmenes para 25,3 vatios a 2700 K (tonalidades alternativas disponibles), Corduroy II despliega una luz intensa y controlada, esculpida mediante un zoom óptico mecánico X5 ajustable de 15° a 75°, complementado con una opción X10 (7,5° a 75°) para un control aún más preciso del haz. Este ajuste, tan fluido e intuitivo como el de los objetivos fotográficos profesionales, permite adaptar la luz con precisión absoluta a cada espacio y ambiente.
El control analógico se realiza mediante un botón elegante, delicadamente situado en la cabeza del proyector, cuyo diseño se inspira en los mandos refinados de amplificadores e instrumentos vintage. Esta gestión táctil se combina con un control inalámbrico Bluetooth MESH, enriquecido con opción DALI para una integración profesional y flexible.
Cada detalle apunta a la excelencia: una luz uniforme, sin el menor parpadeo, certificada IES TM30, con un rendimiento cromático excepcional (CRI 98, R9 95), garantizando fidelidad del color y un confort visual incomparable.
Fabricado con rigor y saber hacer sobre control numérico de 5 ejes, Corduroy II combina materiales nobles: platino, titanio, aluminio, cobre, acero inoxidable y latón, sublimados mediante acabados artesanales pulidos, cepillados o satinados. Sus tratamientos de superficie, provenientes de la industria aeronáutica, aseguran robustez y durabilidad excepcionales.
Su lente asférica de vidrio, tallada a medida según estrictas normas, ofrece una luz de pureza y precisión notables.
Con Corduroy II, la luz se convierte en un gesto preciso y potente, revelando con fidelidad la belleza de los materiales y los volúmenes.
Para más información, visítenos en nuestras boutiques en París.
